La adquisición del Manchester United por parte de un magnate americano en 2005 propició que varios socios desencantados fundaran un nuevo club
César Ortuzar - Domingo, 4 de Marzo de 2012 - Actualizado a las 05:40h
Piensa cómo es el United que ni sus socios lo quieren", desliza caótica Rachel, aficionada del City, cuando habla sobre el Manchester United. La reflexión, cebada con pólvora y espoleta de una historia bella por extraordinaria, enmarca la escisión que se produjo en el Manchester United en 2005, cuando un buen puñado de socios del club, contrarios a la adquisición de la entidad por parte de la millonaria familia norteamericana Glazier, fundaron el United of Manchester en señal de protesta por la compra del magnate, que pasaba a ser el propietario del United, contrariando el espíritu del acta fundacional donde los socios eran los garantes del club, no solo una persona. Los red devils vieron cómo de esa decisión florecían los red rebels. Estos eran una facción de los socios que todavía soñaban con poder mantener el club con la idea original de que les perteneciese a los socios y las decisiones fueran asamblearias, democráticas, bajo el epígrafe de "un socio, un voto".
Completada la venta a Malcolm Glazer, los red rebels cerraron la opulenta puerta del Manchester United y abrieron una escueta y pequeña ventana por la que airearse del aire viciado del fútbol hiperprofesionalizado. Fieles a su ideario, el 14 de julio de 2005 dieron alas el FC United of Manchester, testigo del formato primigenio del club de sus amores tras recibir la aportación de más de 4.000 socios que ingresaron 100.000 libras para saltar al vacío, a un viaje inicial. Cuando Alex Ferguson conoció la fundación del FC United, criticó la formación del club afirmando que el club y su gestión parecían estar más interesados en sí mismos que en el Manchester United.
Casting de jugadores La singladura del Manchester "auténtico", como fue bautizada la aventura de estos románticos y apasionados del fútbol, recibió el reconocimiento popular desde el inicio por lo que suponía de la rehabilitación a una manera de entender conceptualmente el fútbol. Reseteado su pasado, organizó un casting para la selección de jugadores. Se presentaron 900 futbolistas y en una primera criba quedaron 200. En el siguiente proceso de selección sobrevivieron 17. Esos representarían al FC United of Manchester, que bajó a las catacumbas de las categorías del fútbol inglés desde donde comenzó a un viaje espacial del United. Desde el sótano, en sus tres primeras temporadas encadenó sendos ascensos de categoría. El club, que decidió jugar sus partidos como local en el estadio del Bury, Gigg Lane, logró la mayor gesta de su corta, pero estimulante andadura, el 5 de noviembre de 2010 cuando en la 1ª ronda de la FA Cup superó a un club de la League One, el Rochdale United por 2-3.
Con todo, siendo el aspecto deportivo un aliciente para cualquier competidor, el verdadero objetivo del FC United, encuadrado en la Northerm Premier League Premier Division es, según destaca en su web, considerarse depositario del auténtico espíritu del fútbol como deporte noble, aglutinador de voluntades y exponente del juego limpio. El socio es el garante de la filosofía del club, cuya motivación es revertir en la entidad cualquier ganancia que se pudiera producir, lejos del mercantilismo que atosiga al fútbol. Sus hinchas son fieles seguidores de esta doctrina que pretende desterrar el bazar del fútbol. Eric Cantona, uno de los jugadores más impactantes y que más huella dejó vistiendo la camiseta del Manchester United, aseguró sobre el United de Manchester, una escisión de la nave nodriza, que "tan solo espero que este club tan especial siga creciendo y ojalá dentro de 50 años podamos estar hablando de un club campeón de Europa".
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