Tuesday, March 14, 2006

Ideales versus negocios

Source: lanacion.com.ar

Babelfish translation.

Una historia de convicciones: en contra del millonario Malcolm Glazer, que compró al poderoso Manchester, el equipo más importante de Inglaterra, hinchas disidentes abandonaron el club y fundaron el FC United, una entidad de fútbol aficionado que es sensación en su país

No es una típica historia de amor a la camiseta de un club; es una historia de amor a los ideales. Manchester United es el segundo club más rico del mundo, detrás de Real Madrid, y un equipo símbolo en Inglaterra. Sin embargo, el año último perdió una buena cantidad de socios por una sencilla razón: el norteamericano Malcolm Glazer aumentó a 74,8% su paquete accionario y pagó, en total, 1400 millones de dólares. Inmediatamente, la decisión provocó que miles de hinchas abandonaran el club y empezaron de cero: fundaron uno nuevo, lo bautizaron FC United y en su estatuto establecieron por escrito que el club no debía ser vendido nunca. Hoy, el club es récord de convocatoria y la historia sorprende en su país...

Si se traza una comparación con el fútbol local, es como si un grupo de socios de Racing, cuando fue gerenciado por Blanquiceleste SA con Fernando Marín a la cabeza, hubiese decidido dar un paso al costado y fundar un nuevo club o unirse a uno de la D, como Yupanqui o Atlas, y la nueva entidad se convirtiese en un auténtico boom deportivo.

Eso sucedió en Inglaterra con el FC United, una institución nacida el 5 de julio de 2005 y con características distintivas: los socios tuvieron que elegir democráticamente el nombre del nuevo proyecto. Ganó FC United of Manchester con el 44% de las preferencias. También se presentaron AFC Manchester 1878 y Manchester Central.

La North West Counties League (la liga de los Condados del Noroeste de Inglaterra), por presión popular, aceptó la inscripción del FC United para el torneo de la segunda división de dicha región.

No fue sencillo dar el sí, pues en ese momento el club no tenía director técnico, ni jugadores, ni dirigentes... Lo único que tenía eran aficionados ávidos de gestar una nueva entidad. Unos 4000 disidentes de Manchester United en contra del gobierno de Glazer.

El club abrió un concurso público y eligió entrenador: Karl Marginson. "Soy seguidor de Manchester United, pero me opuse a la venta del club a Glazer y tal vez por eso me eligieron a mí", argumentó en la web del nuevo club. Luego de un llamado en los medios, FC United armó su plantel de jugadores aficionados en una prueba a la que asistieron 900 pretendientes con entusiasmo para defender la camiseta del flamante club, con los colores rojos como Manchester.

Ocho meses después de su fundación, el club es un éxito bate récords. Encabeza con comodidad su categoría, con 18 puntos de ventaja sobre el segundo, ayudado por el corazón y el bolsillo de sus hinchas. En el primer partido, el 13 de agosto, perdió de visitante ante Leek CSOB. El resultado fue lo de menos. La noticia fue que al equipo lo acompañaron 2.590 hinchas, una cifra superior a la acumulada por su rival en los 17 partidos de la temporada anterior, en su estadio.

El club funciona como una especie de cooperativa. Todas las decisiones se establecen en votaciones entre sus socios. En la página principal de su website se recibe al usuario y se lo invita a un aporte de dinero. Según el último arqueo, se llevan recaudados 200.000 euros por parte de los casi 5000 hinchas que ya muestran con orgullo su carnet de socios. El FCUM jugaba como local en el estadio Butcher´s Arms de Droylsden (3.500 localidades); ahora, frente a la avalancha de aficionados se mudó al Gigg Lane de Bury (11.000). Además, 20 empresas interesadas en esta historia romántica se convirtieron en los auspiciantes del FC United.

En época de todopoderosos como Malcolm Glazer y Roman Abramovich, el dueño de Chelsea, que con dinero compran jugadores y tradiciones, a veces surgen historias conmovedoras como la de FC United; de ideales en pie.

Como dicen dos carteles que se pegan en cada partido del FC United: "Canción de amor en la Décima División", expresa una. "No tengo que vender mi alma", asegura la otra.

Y, en una de las canciones que más suena en cada partido, los hinchas cantan toda una declaración de principios contra la nueva vida del Manchester United, el ex club de sus amores: "Le mostraremos a Glazer como se da pelea; prefiero estar contra un paredón antes que ser un fan de él..."

Todo un símbolo de las convicciones de un grupo de hinchas que un día pegó el portazo frente al avance de poderosos mecenas en un mundo -el fútbol- que, en algunos, todavía guarda fidelidad a los ideales.

Por Carlos Beer
De la Redacción de LA NACION

Sin títulos y con números en baja


Desde el desembarco fuerte de Malcolm Glazer en Manchester United, las cosas no funcionan como el poderoso empresario norteamericano desea. El club registró una caída en sus beneficios de unos 18,2 millones de euros durante la temporada 2005, en la que no obtuvo ningún título. El director ejecutivo de la institución, David Gill, lo atribuyó a la baja de los ingresos procedentes de los contratos de televisión y a los malos resultados del equipo.

"Ha sido un año muy productivo, pero, pese a la caída, Glazer está conforme con el rendimiento del plantel", fue la escueta explicación del dirigente a la prensa cuando se conocieron estos números rojos.